El Ramo
El ramo de Laguna de Negrillos es una ofrenda a la patrona de la localidad, Ntra. Sra. del Arrabal por haber concedido a los campesinos las lluvias que estos pedían para sus áridos campos. Esta es la tradición oral que ha llegado hasta nuestros días y que cada año el pueblo renueva con su patrona mediante un voto. Lo más probable es que este ramo se ofrezca desde el origen de la festividad del voto entre los siglos XVI y XVII.
El ramo leonés es una tradición religiosa generalmente asociada a la Navidad. Sin embargo, en Laguna de Negrillos y otros lugares del antiguo Reino de León, su uso está asociado a la Virgen María lo que se vincula con la veneración de los dioses y la alabanza de las hazañas de los héroes. En nuestro caso, el Ayuntamiento, en nombre de los vecinos, ofrece este ramo a la patrona por haber repartido agua a los secos campos como pedía el pueblo campesino significando ser una ofrenda del pueblo a su madre protectora por conceder el deseo solicitado.
El ramo de Laguna de Negrillos es el ramo procesional más alto de la provincia, de más de tres metros de altura, está formado por tres triángulos superpuestos de mayor a menor dimensión, decorado de lisas telas blancas rematadas en fino ganchillo. En todos sus vértices, dos lazos, uno azul celeste y otro rosa suave. En el triángulo mayor, por un lado, la letra "M" y por el otro la letra "A" conformadas con lazo blanco, la "M" de María y la "A" de Arrabal. Todo él cubierto de roscas nevadas, sin dejar un espacio libre. En su cúspide, lleva un frondoso ramo de lilas con un significado de conexión espiritual.
Por tradición, generalmente, lo elaboran las mujeres, concejalas o mujeres de concejales. Lo portan los mozos, como si de un pendón se tratara. Para procesionarlo, son necesarios cinco portadores, un portador principal con dos ayudantes a cada lado para poder sujetar el peso y dos remos que van atados a la parte superior del ramo, uno delante y otro detrás para mantener el ramo vertical y sujetarlo cuando hay viento.
El ramo va siempre acompañado de las jovenes doncellas que cantan en honor a la patrona. El canto consta de tres partes bien diferenciadas: Las dos primeras, interpretadas en la iglesia de San Juan Bautista, es decir, la entrada o saludo; el cuerpo o parte central donde se describe la tribulación de María; y por último, la despedida, que ya se interpreta en la iglesia de Ntra. Sra. del Arrabal con la felicitación de las fiestas, la petición de volver en el año venidero y las gracias al párroco.